Este domingo, Helio Castroneves conseguía su cuarto triunfo en la 500 Millas de Indianápolis entrando en el exclusivo club de solo cuatro pilotos que han alcanzado esta cifra.
El brasileño, con 46 años de edad, se une a AJ Foyt, Al Unser y Rick Mears como los hombres que han alcanzado cuatro victorias alrededor del IMS. El piloto de Meyer Shank Racing se sobrepuso a Alex Palou en el último giro cruzando la meta en primer lugar once años después. Castroneves compite en IndyCar a tiempo parcial desde 2017 cuando Penske le cambió al IMSA.
Allí ganó el título la temporada pasada, justo antes de que su contrato con Penske acabara y fuera despedido. Meyer Shank acudió a su llamada para darle un coche en estas 500 Millas y es la segunda carrera que disputa en todo el año junto a las 24 Horas de Daytona, donde también firmó la victoria. “Hombre, solo hice dos carreras este año y gané dos. Creo que todavía lo tengo, ¿no crees?”, dijo para la NBC al concluir la carrera refiriéndose al hambre respecto a los jóvenes.
“Les enseñamos una lección”, continuó al respecto. Todo esto después de una larga celebración junto a la afición en la recta de meta, con su equipo y pilotos que su fueron acercando para abrazarle como Jack Harvey, compañero de equipo, o Will Power, Simon Pagenaud o Juan Pablo Montoya.
“En primer lugar, no puedo agradecer lo suficiente a AutoNation, SiriusXM, (los copropietarios del equipo) Mike Shank, Jim Meyer, toda la organización y Honda. Me dieron más cuando lo necesitaba, estaban ahí”, decía mientras ya no podía esconder su emoción. “Esta etapa es absolutamente increíble. Me encanta Indianápolis. Ustedes no lo entienden. Los aficionados, me dan energía. Hablo en serio: no lo entiendes. ¡Esto es absolutamente increíble!”.
Castroneves ha demostrado que un coche algo competitivo puede hacer maravillas. Meyer Shank para nada estaba en las apuestas, pero han sorprendido y Honda también hizo un buen trabajo. “Desde el principio estuvimos muy cómodos, felices, un poco tranquilos. Los neumáticos Firestone estaban absolutamente sobre rieles. El coche era simplemente increíble. Sabía que era bueno, sabía que iba a tener que luchar, sacar los codos”.