La Fórmula E vuelve a América tras un mes de descanso desde el ePrix de Mónaco, el cual ganó Antonio Félix Da Costa y quien llegará a esta cita como ganador de las 8 Horas de Portimao en el WEC.
El Autódromo Miguel E. Abed será un circuito desconocido para los 24 pilotos que afrontarán este ePrix. Una pista permanente de 2,98 kilómetros y 15 curvas que se sitúa cerca de Puebla. Este autódromo alberga una parte ovalada que utiliza la NASCAR, concretamente en la curva quince y encadenará la recta de meta. Destaca la introducción del Modo Ataque en la curva 8, donde los pilotos, literalmente, se saldrán de la pista para activarlo perdiendo entre tres y cuatro segundos. Algo nunca visto hasta ahora.
Tiago Monteiro ha pasado por allí, es gran conocido en Portugal por su carrera en turismos y ex piloto de Fórmula 1 que ahora es el representante de Félix da Costa. Para la web de la Fórmula E, el portugués ha dado detalles de lo que pueden encontrarse allí los protagonistas. “La altitud es muy alta. La Ciudad de México ya es bastante alta, pero vamos aún más alto, en una meseta volcánica muy, muy grande y puedes sentirlo. Entonces, todos los días puedes sentir ese tipo de un poco de falta de aire y cansancio”, comentaba Monteiro.
“La pista es interesante y tiene una superficie de asfalto de baja adherencia. Se sentía casi como hielo, fue realmente un desafío”, decía. No dijo ningún secreto, pero si asegura que los tiene para su piloto, Da Costa. “Es bastante capaz de hacer un buen trabajo por sí solo y también sabe muy bien cómo adaptarse a las nuevas pistas”.
Se espera un fin de semana duro mentalmente para los pilotos y más aún para las baterías en una pista dura de manejar. Será algo más fácil con aficionados en las gradas. “El público mexicano lo hace especial”, ha comentado Jean-Éric Vergne, que igualmente espera que el calor los acompañe para tener mejores resultados.
