Este viernes, la IndyCar pondrá en el Indianápolis Motor Speedway a cuatro monoplazas para simular la potencia híbrida de las regulaciones de 2023, utilizando el ‘Push To Pass’.
Para ese año, la categoría americana cambiará sus actuales V6 turbo de 2.2. litros por unos V6 de 2.4 litros. Estos seguirán teniendo turbos gemelos, pero con una unidad híbrida. Para simular los efectos del impulso de 100 hp que se quieren conseguir, la IndyCar habilitará el famoso botón de “pulsar para adelantar”.
Tanto Honda como Chevrolet estarán en la prueba y con ellos; Scott Dixon, Alexander Rossi, Josef Newgarden y Patricio O’Ward. La actividad comenzará a las 15:00 CET y se harán sesiones coreografiadas que tendrán lugar de 18:00 a 21:00 CET.
“Dado que no tenemos la unidad híbrida de próxima generación con la que trabajar en este momento, vamos a intentar imitar lo que sería tener mucha potencia entrando y disminuyendo, ver lo que dicen los pilotos y observar ese comportamiento y ver cómo podríamos hacer que la energía híbrida entre y salga”, comentaba Jay Frye, presidente de la IndyCar para RACER.
Frye resume el programa. “Por la mañana, dejaremos que los equipos obtengan sus configuraciones básicas. Por la tarde, haremos más carreras en grupo y recibiremos comentarios sobre cómo se comportan los coches, cómo es pasar y ser adelantado con la potencia adicional, y todo eso. Las pruebas crearán más preguntas de las que responderán. Para eso haces la prueba”.
Durante la próxima semana tendrán lugar más pruebas. Se esperaba una en Barber del 16 al 18 de abril, si el clima lo permite. Antes habrá una prueba abierta, entre los días 8 y 9 de abril, en IMS para seguir probando ajustes de cara a las 500 Millas. El 2019 de marzo, Romain Grosjean y Ed Jones junto a Max Chilton, harán una prueba en Sebring. El 31 de marzo se esperan 17 coches en el óvalo de Texas.
