Gilles Simon, máximo responsable del departamento de motores de la FIA, se ha mostrado en contra de introducir un ‘BoP’ –Balance of Performance– en la Fórmula 1 para equilibrar el rendimiento de los motores. El francés cree que para 2022, las prestaciones de los cuatro fabricantes será muy similares.
La nueva normativa de la Fórmula 1, en la que todo se igualará para fomentar el espectáculo, llegará en 2022. El tema de los motores, sobre todo tras la marcha de Honda y la decisión de Red Bull de fabricar una unidad de potencia propia, ha estado encima de la mesa en las últimas semanas.
La Comisión de la Fórmula 1 se reunió hace unos días y aprobó la congelación de motores a partir de 2022 y hasta 2025. En este sentido, Simon no cree que sea necesario introducir el ‘BoP’ que se aplica en el WEC. El francés argumenta que no será necesario porque los cuatro motoristas tendrán un rendimiento muy similar en 2022.
«Esperamos que todos los motores estén en un rango muy pequeño de rendimiento para 2022. No hay que olvidar que todavía teneos dos oportunidades para que los motores se alineen de forma natural: este año y el que viene. Hoy por hoy no creemos que tengamos que intervenir para ajustar el rendimiento», ha señalado en declaraciones a la agenda GMM.
Además, la congelación de los motores facilitará las cosas, pues no podrán tocar la unidad de potencia a partir de la primera carrera de 2022. Esto es, en la última carrera de 2025, el motor será exactamente el mismo. La decisión también ha estado motivada por Red Bull, pues pidieron la congelación de motores tras la salida de Honda de la Fórmula 1. El fabricante japonés afirmó que podían ofrecerle su motor a Red Bull más allá de 2021, pero no desarrollarlo, por lo que los de Milton Keynes serán uno de los grandes beneficiados de la norma.