En ningún momento Carlos Sainz se ha dado por vencido. Llegó a la jornada de descanso con 40 minutos de desventaja sobre su compañero Stéphane Peterhansel, pero no fue por culpa de problemas mecánicos, si no por falta de entendimiento hacía el nuevo sistema de navegación.
El punto débil de Carlos Sainz y Lucas Cruz ha sido el nuevo roadbook digital. Pocos han sido los días en los que no han perdido varios minutos por coger el camino equivocado. El peor momento se dio durante la tercera Especial, donde se dejaron más de media hora y en la quinta otros quince.
Durante la segunda semana parecían haber cogido el truco, pero volvieron las perdidas. Además, durante la décima Especial se quedaron sin frenos por más de 300 kilómetros. En definitiva, la carrera no se ha dado como se tenía planeado, pero algo es el Rally más duro del mundo.
Con su tercer puesto en la general, Sainz ha comentado lo siguiente: “Contento a medias. Contento por el pódium, pero creo que no hemos hecho la carrera que nos gustaría. No podemos estar al 100% satisfechos”
“Nos costó mucho entender este sistema del road-book, pagamos por ello y perdimos dos veces media hora. Al final, el Dakar no puedes ganarlo así”, continuaba el madrileño, además los dos primeros clasificados no han fallado en ningún momento, ni por fallo mecánico, ni por navegación.
Carlos muestra su alegría por lo conseguido en el equipo, ya que su compañero se ha llevado su decimocuarto Dakar, el octavo en coches: “Por lo demás, contento por el equipo y contento por Stéphane. Merece ganar este Dakar; lo ha hecho fantástico”.
No todo iba a ser malo, el tres veces campeón del Dakar ha sacado el lado positivo, el buggy ha sido competitivo, tal y como se esperaba: “Creo que a nivel de ritmo y velocidad lo hemos tenido todo, toda la carrera, pero nos ha faltado entender un poco mejor el road-book”.
Ahora es momento de reflexionar, a pesar de haber sido preguntado por ello, Sainz pide calma para valorar las oportunidades: “No lo sé por ahora, veremos cuáles son las oportunidades”, concluía. Antes de comenzar esta edición, el madrileño aseguró que el MINI era la mejor opción para ganar el Dakar.