La Fórmula E tenía planeado introducir un monoplaza que fuera una evolución del actual con el fin de mejorar la eficiencia de las baterías y volver a introducir las paradas en boxes durante la carrera a recargar la batería. La idea inicial era que el monoplaza Gen2 revisado debutara en la próxima temporada, que teóricamente empezará a finales de este mismo año.
Sin embargo, la pandemia por el COVID 19 ha hecho que, de entrada, la categoría decidiera posponer por un año la introducción de estos cambios, con lo que se suponía que el nuevo monoplaza, el Gen3, tardaría también un año más en entrar en funcionamiento (hay que recordar que la Fórmula E cambia de monoplaza cada tres temporadas).
Pese a todo, estos últimos días han aparecido rumores que apuntan a que la evolución del Gen2 podría no llegar a ver la luz y la categoría pasaría directamente a usar el Gen3 en la temporada 2021/2022. Así lo apunta Jamie Reigle, uno de los mandatarios de la Fórmula E, al portal The Race: «En principio la idea es usar una temporada la evolución del Gen2, que es básicamente estética y un primer paso para el Gen 3, para después introducir el nuevo monoplaza en 2022. No obstante, tal como está la situación en estos momentos es importante no descartar nada y introducir el nuevo monoplaza ya en la temporada 2021/2022 podría ser una opción«, aseguró.
En cuanto a la opción de adelantar un año la introducción del Gen3, podría haber detrás un interés con tal de abaratar costes, ya que los equipos se ahorrarían el hecho de tener que homologar una evolución de un coche actual y de un coche nuevo, quedando solo la homologación del nuevo: «Si la evolución del Gen2 se termina descartando, está claro que habría una notable reducción de costes, ya que los equipos se centrarían únicamente en el Gen3. De todos modos, hay que esperar antes de tomar una decisión.