La crisis del coronavirus no tiene, todavía, una fecha de fin. Cuando empezó todo, la FIA decidió pasar los días de cierre obligatorio, programados para verano, a las fechas actuales. No obstante, como la situación se alarga, el organismo ha decidido ampliar este periodo de 35 a 63 días a los constructores. Asimismo, el de lo motoristas aumenta de 35 a 49 días.
No se trata de la primera ampliación que sufren los equipos respecto a este periodo de cierre obligatorio. Tras la debacle del Gran Premio de Australia, la FIA anunció a los equipos que el cierre de las fábricas de constructores y motoristas, ejecutado siempre en el periodo estival, se adelantaba con efecto inmediato, con el objetivo de reducir costes económicos. En un principio, este estado iba a durar tres semanas, pero luego aumentó a 35 días. Además, se aplicaba este periodo a los fabricantes de motores.
Ahora, con la situación actual y en vista de que la competición no se reanudará, mínimo, hasta julio, se ha acordado este aumento. El objetivo sigue siendo el mismo, es decir, el ahorrar costes económicos, para que las pérdidas económicas que van a sufrir los equipos no sigan creciendo.
No obstante, junto a este prolongamiento, la FIA ha anunciado que va a dejar una excepción: a partir de los 50 días, los equipos podrán dejar trabajar a 10 empleados, con el objetivo de que el desarrollo de los coches no se atasque. Esta medida se aplica tanto a los constructores como a los motoristas.
Pese a que no se sabe con exactitud cuando comenzará la temporada, numerosas voces autorizadas, como la de Christian Horner, afirman que el Gran Premio de Austria, previsto para el 5 de julio, podría dar el pistoletazo de salida a la temporada 2020 de la Fórmula 1. Incluso no se descarta que se celebre en dicho país una doble carrera, al igual que en Gran Bretaña. Sin embargo, de momento son todo suposiciones, puesto que nadie sabe cuando acabará esta crisis.
