Tras los buenos resultados en el test que realizó el neozelandés Scott McLaughlin, Penske buscará la forma de inscribirlo para que corriese este año en la IndyCar.
Scott McLaughlin sorprendió a todos en los tests que realizó en Sebring. Sin apenas experiencia en monoplazas, se quedó a tan solo dos segundos del mejor tiempo en 2019 y a un segundo del ‘rookie’ Rinus Veekay. El test principalmente era un premio para McLaughlin, pero tras los resultados positivos, Penske ha asegurado que busca contar con un asiento para Scott para esta misma temporada.
Tim Cindric, presidente del equipo y el principal responsable de las operaciones en pista, ha confirmado en declaraciones al medio Autosport que ya se han iniciado las negociaciones. La idea es que el neozelandés participe en los tests que se celebrarán en Austin el 11 y 12 de febrero. Además se está contemplando la opción de incluir un cuarto monoplaza para que el bicampeón de Supercars pueda correr alguna carrera este mismo año.
«IndyCar no dejaría que alguien se presentase al test sin un compromiso de correr en algún otro sitio», ha asegurado Cindric en declaraciones a Autosport. «Depende de si podemos acordar algo a tiempo para esa prueba, o si habrá alguna otra oportunidad, pero el primer paso era ir a Sebring. El test es una posibilidad desde el punto de vista del calendario de Scott. Considerando lo que hace falta para ser un piloto top en IndyCar comparado con NASCAR, los monoplazas resultan más atractivos. Un piloto top debería ser capaz de adaptarse a IndyCar más rápido por los datos que hay disponibles, siempre y cuando tenga buenos compañeros».
Cindric solamente podría subir a McLaughlin en las carreras que no coincidiesen con el calendario de Supercars o de la IMSA. Esto omite la remota posibilidad de que el neozelandés corriese las 500 millas de Indianápolis. Las carreras que podría disputar serían todas en circuito, siendo el GP de Indianapolis, Road America, Toronto, Mid-Ohio y Portland.
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