La noticia saltaba durante el Gran Premio de Brasil. Fernando Alonso correrá para McLaren en las 500 Millas de Indianápolis, así se despejaba una pequeña duda de lo que hará el asturiano con su futuro dentro del automovilismo.
Las 500 Millas de Indianápolis fue la primera prueba que corrió Fernando Alonso fuera de la Fórmula Uno, fue en el año 2017 y McLaren le dio la oportunidad de correr esta mítica prueba, gracias también a Honda, suministrador de motores del equipo Andretti Autosport, para quienes pilotó.
En su primera aparición, el bicampeón de Fórmula Uno consiguió la velocidad más alta en la Prueba de Novatos cogiendo 357 kilómetros por hora. En el tercer test que hubo dentro del óvalo, Alonso conseguía la cuarta mejor velocidad, 352 kilómetros por hora, en el cuarto test consiguió el mismo puesto y más veloz, 362 km/h.
El sábado, día de clasificación, Alonso consiguió la quinta mejor velocidad, unos 371 km/h, convirtiéndose en el mejor novato de esa edición. Ya el domingo, lideró la prueba en la vuelta 39 tras adelantar a Alexander Rossi, aunque pierde el liderato en la 43 y vuelve a recuperarlo en la 53, hasta la vuelta 130 no volvería a lo más alto. Aunque su sueño se acabó a falta de 21 vueltas, ya que su motor Honda dijo basta.
La Triple Corona está a un paso de hacerse realidad. En el año 2005, el asturiano ganó el Gran Premio de Mónaco, el primer escalón ya estaba subido entonces. Un fin de semana que estuvo lleno de polémica sobre todo durante la clasificación. Michael Schumacher paró su coche en La Rascasse y así evitaba que otros pilotos le quitaran la pole, pero finalmente los comisarios decidieron que tenía que salir en la parte final de la parrilla, aunque el alemán prefirió hacerlo desde boxes. Esto dejaba la victoria en bandeja al español que lideró 77 de las 78 vueltas de ese Gran Premio.
Es extraño ver a un piloto de Fórmula Uno correr otras categorías a la vez, Fernando está disputando actualmente la Super Temporada del WEC, donde ha conseguido subir el segundo escalón, ganar las 24 Horas de Le Mans.
Esta mítica prueba también era un sueño para Toyota, donde habían rozado la victoria en el año 2016, a falta de cinco minutos para finalizar el TS050 Hybrid se quedaba sin potencia, mientras conducía Kazuki Nakajima. Pero hubo más episodios descorazonadores, también en 1994 tuvieron que abandonar por un problema en la caja de cambios en la recta final de la carrera y cuatro años después sucedió algo parecido por un problema similar a falta de 90 minutos para la bandera a cuadros.
En 1999 la mala suerte se presentó en el box de Toyota en forma de pinchazos que provocó paradas en boxes extra. En 2017 tres problemas diferentes afectaron a los tres prototipos en carrera: dos problemas mecánicos dejaron fuera de la lucha a dos de los vehículos y un accidente con un doblado afectó al tercero.
Este 2018 con la esperanza de tener a Fernando en sus filas, lo consiguieron y la Nakajima fue el encargado de cruzar la línea de meta, Toyota quiso dar la oportunidad al japonés que se le esfumó años atrás.
Pues bien, todo esto nos trae a la actual noticia. McLaren y Fernando Alonso se involucrarán en la IndyCar para disputar solamente las 500 Millas de Indianápolis. Los británicos aseguran que esto no perjudicará a su proyecto en Fórmula Uno mientras siguen apoyando a su piloto estrella, ya lo dijo Zak Brown en 2017, “el nuevo contrato de Alonso es a larga plazo”, y aquí va una prueba de ello.
Aún no se conoce con que motor disputarán la prueba, Honda o Chevrolet, lo que ya se sabe es que Bob Fernley es el nuevo presidente de la escudería en la categoría americana. Un hombre que ha acompañado a Force India F1 en estos años de lucidez y conoce la IndyCar, donde ha conseguido grandes éxitos.
Alonso se tendrá que agarrar a todo esto y sobre todo al equipo que le está haciendo sufrir en la Fórmula Uno, pero que le está permitiendo disfrutar en otras categorías del automovilismo.
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