El talento lo tiene, eso no cabe duda. Grandes actuaciones en F1 y un campeonato de GP2 en 2016 avalan su habilidad para pilotar monoplazas. Sí, hablo de Pierre Gasly. Pero.. ¿Es el talento lo único necesario para devolver a Francia el ansiado título de pilotos? ¿Seguirá Pierre los pasos del Profesor? Analicemos sus posibilidades.
El joven talento de Red Bull ha estado muy ligado a la marca de bebidas energéticas, desde su participación en la Formula Renault 3.5 en 2014. Tras su salto a la GP2, logró el título en 2016 frente al italiano Antonio Giovinazzi. Los asientos en los equipos Red Bull y Toro Rosso estaban ya ocupados para 2017, y no pudo debutar hasta el Gran Premio de Malasia, tras el despido de Daniil Kvyat por parte de la escudería de Faenza.
Durante esta temporada compitió en la Super Formula japonesa (donde fue subcampeón con dos victorias) e incluso probó suerte en la Formula E, sustituyendo a su compatriota Sébastien Buemi en la ronda de Nueva York. Por aquel entonces, ya había probado un monoplaza en Formula 1 durante unos test en 2015.
Su primera etapa a los mandos de un F1 fue bastante desastrosa. Tanto él como su nuevo compañero Brendon Hartley no pudieron puntuar en cinco carreras, cosa que había conseguido Sainz durante toda la temporada. Incluso Kvyat tuvo que volver para suplir a Gasly en Texas, y consiguió puntuar. Un monoplaza poco fiable y pilotos con poca experiencia provocaron un final de temporada desastroso en donde perdieron la 6ª plaza en constructores en la última carrera.
Pero se fue Renault y el equipo italiano fue la escudería elegida por Red Bull y por Honda para llevar los motores japoneses en 2018. Con ello empezaba una nueva era en el equipo. Pasarían a ser un experimento andante, un banco de pruebas para Honda y Red Bull de cara a 2019. Durante la temporada, Gasly batió a Hartley con solvencia y fue fichado por Red Bull para suplir a Daniel Ricciardo en 2019.
Pero… ¿podrá triunfar el joven talento francés?
En Francia, Alain Prost reina como el piloto más importante de la historia del país. Un estilo de pilotaje único hace que esté considerado como el piloto más inteligente de la historia. Sus cuatro mundiales confirman su talento. Otras estrellas del automovilismo francés han triunfado en otras disciplinas, como Jean-Eric Vergne y Sébastien Buemi en Formula E, el propio Buemi en el WEC o Sébastien Bourdais en la CART.
Pero sin duda la historia más llamativa es la de Jean Alesi. Joven, talentoso, carismático… pero se retiró con una única victoria en la categoría reina (el GP de Canadá de 1995). Increíbles actuaciones de Alesi en 1990 parecían mostrarnos a un futuro campeón del mundo. Pero el fichaje por Ferrari terminó en un proyecto fracasado, sin títulos mundiales. Fichó por Benetton, pero sus días de gloria ya habían pasado, y de nuevo no pudo triunfar. Dos temporadas en Sauber y un final de carrera deportiva en Prost y Honda despidieron al que podía haberse convertido en el rey del automovilismo francés.
Se dice habitualmente que la historia está para no cometer los mismos errores que cometimos en el pasado. Pues bien, Gasly cuenta con unas referencias automovilísticas muy buenas para saberse guiar en su carrera deportiva. Conocer bien a los equipos que están interesados en él. Estudiar el posible riesgo de sus movimientos será clave en su carrera si decide irse de la escudería de Red Bull. Aunque, hoy por hoy, el francés es piloto de la escudería austriaca, y tiene pinta de que esto va para largo.
Red Bull necesita a Gasly como principal apoyo de su piloto estrella, Max Verstappen. Además, el campeón de GP2 ha trabajado ya con motores Honda en su propio coche y puede servir de gran ayuda dentro de las filas de Red Bull.
No es un año para lograr el campeonato, ni para vencer a Verstappen; pero si es un año para demostrar lo que vale, que sabe trabajar en equipo y que Red Bull le necesita en su proyecto. Debe tener puertas abiertas más allá de Milton Keynes. Quizás Renault sea una opción perfecta para el francés a largo plazo.
Francia reclama un nuevo rey, y con Ocon fuera de juego, es hora de que Pierre de un golpe sobre la mesa y llame a las puertas de la élite mundial del automovilismo.
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